Jenny Bulbi está maltratada. No sé que estilo de vida habrá tenido, si le dió duro a las drogas blandas o sintéticas, pero de inclasificable, contestataria con letras claras y fuertes, como toda chica rebelde (algo asi cual Glory Frevi, sin charm, las cosas de frente -cuando Glory Frevi era Glory Frevi en su juventud y sin el caso judicializado de las niñas abusadas que luego empañó su imagen). Jenny era más rebelde, asi hardcore, un rock sucio y directo, videos transgresores (inolvidable ese concierto en vivo en el que casi se desnuda, cantando Maldito, el mejor de sus canciones y el más pogeable). El sexo sin amor era otro temón representativo de ella.
Buena bajista, integraba ese grupo coleccionable (para melómanos) de chicas que cantan y tocan el bajo (ahora la estrella indiscutible es Laura Lee, del trio Khruangbin). En su canal oficial, puedes ver a Jenny rehaciéndose como una youtuber con poca gracia, a pesar de sus esfuerzos (o disfuerzos), como ponerse a explicar cada arquetipo de los arcanos del tarot (aunque ella usa un tarot de gatitos); hablando de otros temas pero con una hilación incoherente usando muñequitos de papel pretendiendo tener un público infantil o explicarnos cosas como si fuéramos bobos. No deja indiferente aquel video en que aparece en una bata sensual, cantando su versión de Dindi, de Antonio Carlos Jobim (que si hubiera tenido una mejor producción musical, habría sonado espectacular), al parecer censurado en Instagram, pero valiéndole fruta en youtube. Si no fuera por su rostro de heroinómana en decadencia, sería un video más que revisitado y comentado. Apenas tiene un alcance de mil visualizados, o sea nada. No cabe duda, tiene un cuerpo plástico, pero su rostro deshidratado termina quitándole la pasión. Era linda y guapa contorsionándose cantando Maldito, en la azotea del edificio y donde el baterista le daba con martillos a los cueros de sus tambores.
Revisando un poco más en su canal, hay otros temas que canta, en los que sí se ve una evolución algo dispar de su carrera, pero son intentos de mantenerse como una ex chica revoltosa antipatriarcado-envidia-del-pene-y-muerte-al-machirulo. Pudo ser un ícono para las feministas, pero al parecer no comulgaba con ellas. Tampoco es la favorita de las discográficas, que digamos. Siempre se ha mantenido independiente, pero por llevar ese camino, es que no tiene una guía clara para crecer como artista. No es influencer, y sus videos tiene pocos visualizados. Podemos decir entonces, que la Jessy Bulbo de ahora está matando lenta y gradualmente a la Jessy de antes, la flaca sensual con improperios validos en sus letras transgresosas y punks. En otros videos se le nota que ha leido sobre Jung y los símbolos, pero no sabe expresarlo coherentemente. Se va por las ramas o redondea una y otra vez su planteamiento. Una lástima: a veces podrás ser buen lector y entender temas profundos, pero no saber canalizarlos cuando tienes una cámara delante. La chica era más perfomática que discursiva.
¿Ahora entiendes por qué los artistas punks mueren jóvenes? ¿Cuántos vocalistas, bateristas o guitarristas mueren a temprana edad? Porque se evitan esa lenta degradación de matarse a si mismos llegando a viejos y modificando su forma de pensar, en su imagen de transgresores y que dejaron una honda huella con su breve carrera musical. Como dicen, incendiarios o anarcos a los 17, bomberos o capitalistas burgueses a los 40.
Se habla tanto del club de los 27, y salvo las honrosas excepciones de Janis Joplin, Jimi Hendrix y el cantante de Nirvana, deja un precedente de "vive rápido, hazlo rápido y muere joven". No nos imaginaríamos a John Lennon hasta hoy, decrépito pero siendo un genial influencer político o anfitrió de un programa televisivo, matando a su imagen hecha de beatle juvenil de antaño. Lamentablemente, el loco de mierda que lo mató, arruinó para siempre a Lennon, que tranquilamente pudo perfilarse como una voz incómoda y contestataria en la política. Capaz hubiera alabado a Obama y luego requintado de él; de seguir vivo hasta hoy, habría rajado duro de Trompi y hacerle ver sus puntos flacos en sus discursos hinchados de patrioterismo barato. El habría sido la persona indicada, pero descuidando esa imagen psicodélica o de rockabilly de sus años mozos cuando empezaban la aventura en Liverpool.
Lo que has visto hoy de Jenny Bulbi, te recomiendo que solo te centres en la primera Jenny Bulbi, porque la Jenny Bulbo de ahora la está regando y diametralmente, matándola. ¿Por qué, Jenny Bulbi? ¿¿¿Por qué te haces eso??? ¡¡Manda al carajo tu tarot de gatitos de mierda!! ¡Bleh!
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